Philipsen logra el primer maillot rojo de la 80ª edición de la Vuelta
El corredor de 27 años consiguió el mismo honor en julio pasado en el Tour de Francia.
Exultante y con los puños apretados en alto, el belga Jasper Philipsen (Alpecin-Deceuninck) cruzó este sábado la meta en primer lugar en la primera etapa de la Vuelta a España, a su llegada a la localidad italiana de Novara, que le sirvió además para enfundarse el primer maillot rojo de líder de la 80ª edición de esta ronda.
En una clara etapa destinada a los velocistas, entre Turín y Novara, de 186,1 kilómetros, Philipsen superó al británico Ethan Vernon (Israel-Premier Tech) y al venezolano del Movistar Orluis Aular, segundo y tercero respectivamente.
"Es un regalo agradable lograr el maillot rojo", afirmó el corredor belga al canal TVE, antes de subrayar que sus compañeros le situaron francamente bien en los últimos kilómetros y pudo mantener una distancia contra sus rivales por la victoria.
"Ya estrené el amarillo en el Tour de Francia, por lo que esta victoria la recordaré siempre", prosiguió Philipsen, que se adjudicó su decimocuarta victoria de etapa en una gran ronda.
El corredor de 27 años consiguió el mismo honor en julio pasado en el Tour de Francia, al llevarse el primer maillot amarillo, antes de abandonar la carrera tras una fuerte caída en la tercera etapa.
"Esta victoria es un sueño después de lo que sucedió en el Tour. Tenía baja la motivación después de la caída y la retirada, pero vine a la Vuelta después de una preparación dura, y tenía mis objetivos. Esta victoria supone mucho para mi", declaró.
Ya en las calles turinesas al principio de la etapa se escaparon seis ciclistas: Pepijn Reinderink (Soudal Quick-Step), Koen Bouwman (Jayco AlUla), Alessandro Verre (Arkéa-B&B Hotels), Nicolas Vinokourov (Astana Qazaqstan), Joel Nicolau (Caja Rural-Seguros RGA) y Hugo de la Calle (Burgos Burpellet BH).
Los escapados rodaron juntos hasta la primera y única ascensión del día, La Serra (6,5 kilómetros al 5,2%), lo que desencadenó una intensa lucha por el maillot de montaña.
El neerlandés Reinderink fue el más activo, pero acabó superado por Verre, quien ganó el esprint intermedio. Después, el pelotón fue engullendo a cada uno de manera progresiva.
Rotondas incómodas.
Sin embargo, el Lidl-Trek de Mads Pedersen y el Alpecin de Philipsen querían el botín, el primer maillot rojo, preciado para los esprínteres, ya que la Vuelta apenas cuenta con llegadas que favorezcan a los velocistas.
Incómodas rotondas partían el pelotón que volvía a unirse inmediatamente después, aunque dependiendo del lado al que los ciclistas se habían ido, unos avanzaban, mientras que otros se quedaban rezagados.
La lucha por la victoria se hacía cada vez más intensa. Pero los Alpecin lograron situarse en un buen lugar para lanzar a su esprínter y lograr su primer objetivo de la carrera.
En ausencia del esloveno Tadej Pogacar, la Vuelta arrancó con el danés Jonas Vingegaard, que llegó en el pelotón principal, como máximo favorito para llegar a Madrid el 14 de septiembre como ganador.
La segunda etapa, que se disputará el domingo también en Italia, entre Alba y Limone, contará con un recorrido de 159,6 kilómetros, la mayor parte llano aunque con un final en alto (9,8 km al 5,1% de desnivel medio) que seguramente impida a los velocistas pelear por la victoria.