¿Mito o verdad?: Lo que debes saber sobre la cirugía refractiva
Aunque la cirugía refractiva ha transformado la vida de millones de personas al reducir o eliminar la dependencia de los anteojos, hay matices importantes que deben conocerse antes de entrar al quirófano.
La cirugía refractiva ha ganado popularidad como una solución eficaz para corregir defectos visuales como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. Pero, ¿realmente elimina la necesidad de usar anteojos? ¿Es definitiva? ¿Pueden someterse a ella personas con condiciones como la diabetes? Despejamos dudas comunes sobre este procedimiento oftalmológico.
Mito o verdad. ¿La cirugía refractiva elimina por completo la necesidad de usar anteojos?
Verdad. Aunque la cirugía refractiva permite que muchas personas dejen de usar lentes, no es garantía absoluta. Algunos pacientes pueden requerir anteojos para actividades específicas como la lectura o la conducción nocturna. Sin embargo, en general, la gran mayoría de quienes se someten al procedimiento logran una visión lo suficientemente buena como para prescindir de ellos en su día a día.
Mito o verdad. ¿Después de operarse, nunca más se vuelve a tener problemas de visión?
Mito. Es un error pensar que la cirugía ofrece una solución definitiva para toda la vida. Con el paso del tiempo, los ojos cambian, especialmente por el proceso natural de envejecimiento. Por ejemplo, una persona operada de miopía a los 30 años puede ver perfectamente tanto de cerca como de lejos, pero al llegar a los 45 años podría desarrollar presbicia y necesitar anteojos nuevamente. Por eso, es importante considerar la edad al momento de la cirugía y tener expectativas realistas a futuro.
Mito o verdad. ¿Solo se puede realizar esta cirugía una vez en la vida?
Mito. En algunos casos, el procedimiento puede repetirse, siempre que la estructura ocular del paciente lo permita. Si el grosor de la córnea es suficiente, es posible hacer retoques o incluso una segunda intervención. No obstante, esto no es común, ya que la mayoría de los pacientes obtiene buenos resultados con una sola cirugía.
Mito o verdad. ¿La operación es solo estética y no médica?
Mito. Aunque muchas personas valoran el hecho de dejar de usar anteojos, la cirugía refractiva no es un procedimiento meramente estético. La mayoría de los pacientes opta por ella debido a dificultades reales para ver con claridad, no solo por razones de apariencia. Es, por tanto, una intervención con fines funcionales más que cosméticos.
Mito o verdad. ¿Las personas con diabetes no pueden realizarse esta cirugía?
Mito. Si bien la diabetes puede afectar la salud ocular provocando complicaciones como retinopatía, neuropatía o problemas renales, no es una contraindicación absoluta para la cirugía. Pacientes diabéticos que mantienen su enfermedad bajo control y presentan una buena salud visual podrían ser candidatos viables para el procedimiento, siempre con evaluación médica previa.
La cirugía refractiva ofrece grandes beneficios para quienes desean mejorar su visión y reducir su dependencia de los anteojos. Sin embargo, no es una solución mágica ni permanente en todos los casos. Como cualquier intervención médica, requiere una evaluación individualizada.