¿Por qué una canción de Kanye West es ilegal en Alemania?
El controvertido rapero se hizo viral con su última canción. Conozca aquí qué llevó a Alemania a prohibir su video, cuando en Estados Unidos es permitido.
A pesar de estar prohibida en la mayoría de las redes sociales, una nueva canción de Ye, el rapero también conocido como Kanye West, sigue en la plataforma X de Elon Musk, donde tiene millones de visualizaciones.
La última canción de Ye hace referencia a las palabras del saludo nazi "Heil Hitler" ("Salve, Hitler"), utilizado durante el régimen de Adolf Hitler. La portada del sencillo se asemeja a una esvástica y la canción termina con un extenso fragmento de un discurso de Hitler.
West a sido prohibido varias veces en X por contenido antisemita, y, recientemente, perdió su contrato de la marca Yeezy con Adidas después de publicar una serie de diatribas antisemitas.
Poco después de su lanzamiento, plataformas como Spotify, YouTube y Soundcloud hicieron todo para prohibir el nuevo single debido a su contenido antisemita. Aunque parece que el artista no ha subido el video a otras plataformas, su celebridad ha hecho que los usuarios de Facebook, Instagram y Reddit, entre otras plataformas, lo hayan sampleado y compartido millones de veces.
Esto demuestra cuán poco poder parecen tener las grandes empresas tecnológicas (o cuán poco poder están dispuestas a ejercer) para eliminar contenido ofensivo una vez publicado.
Símbolos nazis
En Alemania, el nuevo video de Ye no puede ser visto directamente en su perfil de X, a pesar de que los posteos todavía estaban disponibles hasta este 13 de mayo de 2025. Si se cambia la localización a Estados Unidos a través de un VPN, por ejemplo, el posteo se vuelve a ver.
El saludo hitleriano y la frase "Heil Hitler" se usaban como saludo oficial en la Alemania nazi. Se supone que el origen del movimiento del brazo, extendiendo el brazo derecho con la palma de la mano hacia abajo, está en la antigua Roma, y este fue luego adoptado por el dictador fascista Benito Mussolini en Italia, en la década de 1920.
Más tarde, Hitler lo convirtió en la firma del partido nazi, que gobernó Alemania desde 1933 hasta 1945.
Durante la era de posguerra, las autoridades de Alemania Occidental decidieron poner límites a esa forma de expresión a fin de superar el oscuro pasado nazi y los crímenes cometidos por el régimen de Hitler durante el Holocausto, que se cobró millones de víctimas y traumatizó a Europa.
La exhibición o difusión pública de símbolos y lemas nazis como el gesto del brazo, o la frase de salutación hitleriana, se convirtieron en un delito penal según el artículo 86a del Código Penal alemán.
Estas leyes prohíben el uso de símbolos asociados a "organizaciones inconstitucionales", incluyendo a aquellas afiliadas al partido nazi, como la esvástica, las runas de la SS, el saludo y los eslóganes nazis. Su uso puede ser penalizado con hasta tres años de prisión y multas.
También negar el Holocausto es un delito en Alemania y en muchos otros países europeos, así como en Canadá e Israel.
Ochenta años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, la prohibición de contenido relacionado con el nazismo sigue siendo estricta.
Sin prohibición
Para contrarrestar el auge de los grupos de extrema derecha y el creciente antisemitismo, otros países también han prohibido los símbolos de odio, algunos incluso recientemente. En febrero, Australia aprobó una ley contra los delitos de odio que incluye penas mínimas por exhibir símbolos de odio, incluido el saludo nazi.
Mientras tanto, en Estados Unidos, la libertad de expresión está fuertemente protegida por la primera enmienda de la Constitución estadounidense, lo que incluye el discurso de odio.
Aunque sigue siendo uno de los mayores tabúes en el mundo occidental, realizar el saludo nazi o llevar una esvástica no es ilegal en Estados Unidos.
Desde la Segunda Guerra Mundial, el saludo ha sido utilizado con frecuencia por neonazis y nacionalistas blancos. En 2016, por ejemplo, un impactante video mostró a un grupo supremacista blanco apoyando la victoria presidencial de Donald Trump alzando los brazos en un aparente saludo nazi.
En enero, Elon Musk, quien apoya abiertamente al partido ultraderechista alemán Alternativa para Alemania (AfD), fue objeto de escrutinio por realizar lo que parecía un saludo hitleriano en la toma de posesión del presidente estadounidense Donald Trump. Muchos afirmaron que se trataba de una semejanza accidental, mientras que otros afirmaron que fue intencional.
En respuesta, activistas del grupo de campaña británico Led by Donkeys proyectaron una imagen sobre la fachada de la fábrica de Tesla en Berlín, mostrando a Musk haciendo ese gesto, con el título "Heil Tesla". El grupo pensaba que, si las autoridades alemanas consideraban que el saludo nazi era ilegal de acuerdo con el Código Penal del país, la imagen probaría que Musk realmente había realizado el gesto.
Ya en los últimos años, Musk ha recibido fuertes críticas por expresar opiniones antisemitas, incluyendo su respuesta a un usuario en X en 2023 que acusó a los judíos de odiar a los blancos, una teoría conspirativa popular entre los supremacistas blancos. "Has dicho la pura verdad", tuiteó Musk en respuesta al usuario.
Falta de regulación
El reciente video de Kanye West y la lucha por eliminarlo ha provocado una nueva revisión de las políticas de contenido de las principales empresas tecnológicas, en particular, de las plataformas de redes sociales que son propiedad de Meta.
A raíz del video, la Liga Antidifamación (Anti-Defamation League), una organización no gubernamental internacional con sede en EE. UU. que combate el antisemitismo, la intolerancia y la discriminación, inició una petición pidiendo a Facebook e Instagram que "restablezcan las directrices destinadas a proteger a los usuarios de la desinformación y el odio" en Facebook e Instagram, en respuesta a los cambios realizados a principios de este año.
Meta anunció en enero que ya no emplearía verificadores de datos y flexibilizó las normas sobre discursos de odio y abusos, a la luz de las "elecciones recientes", en referencia a la victoria presidencial de Donald Trump.
Sin embargo, la retórica hitleriana que destila la última canción de West aún viola una norma vigente de la compañía, que prohíbe "estereotipos dañinos históricamente vinculados a la intimidación", como el blackface y la negación del Holocausto.