25 de junio de 2025, 18:05 PM

Por Pablo Vargas | pvargas@revistalevelup.com

Instagram: @pvargas17 | @revistalevelup. 

Un juego para todos, es un juego para nadie. Sí. No hay margen para las dudas: En Death Stranding 2, no existe punto medio: o lo ama, o lo odia. Pero si llega a conectar, tenga la seguridad que disfrutará las más de 100 horas que va a jugar y el mar de interrogantes que va a cosechar en el camino, le llevará a uno de los finales más abrumadores e inolvidables en la historia de los videojuegos.

En una industria que a veces prioriza juegos de servicio, métricas y tendencias populares, el coraje y la visión de Hideo Kojima para nadar contra la corriente es precisamente lo que convirtió a Metal Gear Solid y al primer Death Stranding en auténticas obras maestras; un autor que nunca ha temblado al salirse de lo convencional y que ha tenido la valentía de no darle a los jugadores lo que ellos creen que quieren, sino aquello que todavía no saben que necesitan. Esa es la clave de su éxito y también su mayor legado.

Death Stranding 2

Porque al igual que obras de arte como Alan Wake II, The Witcher 3, Red Dead Redemption 2 y Metal Gear Solid 3, el genio nipón nos demuestra en Death Stranding 2 ha decidido ir todavía más lejos que en la primera entrega, implementando mejoras en todos los apartados técnicos, jugables y narrativos de algo que ya era considerado casi perfecto, pero cambiando lo necesario para que todo se sienta más ágil, más interesante, más desafiante y más dinámico.

Desde unos gráficos, hermosos y monstruosos que sacan el mayor provecho de la bestia UCT mitológica que es The Decima Engine, a través de una serie de biomas, escenarios y ambientaciones espectaculares en un mundo que invita a explorarlo hasta el último rincón, lleno de detalles y secretos que van a cortarle la respiración y dejarle con el corazón en la mano, al presenciar algunos de los gráficos más hiperrealistas en un videojuego, llenos de simbolismo, y los nuevos fenómenos climáticos como inundaciones, terremotos y tormentas de arena que cambian la experiencia de forma orgánica y sorprendente.

Death Stranding 2

Todo esto, mientras en el centro de la historia regresamos con Sam, excepcional Norman Reedus, un hombre hecho pedazos que solo busca reconciliarse con su propia humanidad, mientras un suceso, que no vamos a spoilear, nos lanza un golpe al hígado con una interrogante que nos acompañará a lo largo de todo el juego y nos perseguirá hasta los créditos: “¿Realmente valió la pena reconectar a la humanidad?” 

Con una historia, en la que Kojima nuevamente se adelanta a su tiempo de la misma forma en que lo hizo con Metal Gear Solid 2 y el primer Death Stranding, y una advertencia que pega hasta los huesos, que no revelaremos en este análisis, pero invitamos a todos a escuchar con detenimiento, en una narrativa en la que todo es hermoso, simbólico, crucial y profundo.

Death Stranding 2

Con un mar de opciones para enfrentar cada reto, combate y desafío, el juego "bebe" directamente de la fórmula que Kojima Productions ha perfeccionado para darnos la absoluta libertad de movernos en el puro y duro sigilo de la saga estrella de Metal Gear Solid, o dejarnos llevar por el combate directo y sin contemplaciones de Metal Gear Solid V, especialmente en su dificultad más alta, diseño de enemigos, variedad de armas y opciones de cómo resolver las situaciones, dejando claro que esta vez, sí llevan el ADN de su padre.

Segmentos de sigilo que nos ha recordado de golpe la primera vez que nos infiltramos en Shadow Moses o los enfrentamientos más tensos y coreografiados contra jefes finales en Metal Gear Solid 3, son un claro ejemplo de cómo Kojima ha perfeccionado las mecánicas que ya probamos en la primera entrega, y aquí los golpes, disparos y movimientos tienen mayor peso y ritmo, logrando que las batallas sean intensas y gratificantes, en un juego que, entre combate y exploración, nunca deja de apretar las teclas emocionales del jugador.

Death Stranding 2

Al final del camino, queda la certeza de que Kojima ha vuelto a lograr aquello que solo unos pocos pueden: transformar un juego en una experiencia que trasciende su propio medio y convertirlo en verdadero. Porque Death Stranding 2 es mucho más que la suma de sus partes; es una historia que nos interroga, nos sacude y nos hace cuestionarnos a nosotros mismos y a la forma en que nos conectamos con los demás.

Un viaje tan valiente como arriesgado que solo podía salir de la mente de un creador que nunca ha temido romper las reglas y regalarnos esa sensación extraña entre la admiración y la melancolía, de que algo ha cambiado completamente nuestras vidas. Eso es el sello Kojima. Eso es el arte que nos deja sin palabras y nos invita a seguir soñando con que los videojuegos, más que entretenimiento, son verdaderas obras de arte.

Porque eso, es lo que es Death Stranding 2. Una obra de arte. Una soberbia y hermosa obra de arte que se consagra como el título 17, en 11 años de existencia de Revista Level Up, y el segundo videojuego de Hideo Kojima, en recibir calificación perfecta.

Death Stranding 2, los dioses de los videojuegos te saludan.

Calificación final: 10/10.

Death Stranding 2

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