Por Deutsche Welle 8 de octubre de 2025, 5:30 AM

El tres de octubre de 2025, las fuerzas israelíes pusieron fin a la mayor iniciativa marítima civil organizada en apoyo a Gaza, al interceptar hasta el último barco de la Global Sumud Flotilla, compuesta por más de 40 navíos y casi 500 tripulantes de diferentes países.

El objetivo de la Global Sumud Flotilla, según la página web de los organizadores, era romper el bloqueo a Gaza y entregar ayuda humanitaria a los palestinos, víctimas de la guerra entre Israel y Hamás.

Si bien la misión contó con la participación de activistas de renombre internacional como Greta Thunberg y Mandla Mandela ―nieto del libertador sudafricano Nelson Mandela―, también se unieron a ella varios latinoamericanos menos conocidos, desde México hasta Argentina.

Solidaridad latinoamericana

En total, tres argentinos, 13 brasileños, dos colombianas, seis mexicanos y dos uruguayos navegaron en diferentes barcos de la flotilla, según los organizadores. Tras haber sido detenidos por las fuerzas de seguridad israelíes, todos los tripulantes latinoamericanos han vuelto a ser liberados, y están en proceso de repatriación.

¿Qué llevó a estas personas a cruzar el océano Atlántico y embarcarse en Europa rumbo a Gaza?

Su "solidaridad demuestra que existe una sociedad civil global, cosmopolita e interesada por la grave situación humanitaria en Gaza, y América Latina no es ajena a ello", opina Fabio Sánchez, profesor titular y director de Investigación del Área de Estudios Internacionales y Política, de la Universidad Sergio Arboleda, en Bogotá.

Los integrantes de la flotilla, prosigue el académico colombiano, "buscan generar un impacto en los decisores estratégicos y en la opinión pública mundial, por cierto, dividida frente a los acontecimientos, debido a preferencias políticas y a la creciente guerra de desinformación".

En declaraciones para DW, el Dr. Sánchez descarta que la flotilla influya en el curso de las negociaciones entre Israel y Hamás, bajo la incidencia de Estados Unidos.

"Visibilizar la inhumanidad"

Por su parte, Pietro Ameglio, profesor de Mediación Social Intercultural en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señala que "la función de la flotilla fue visibilizar la inhumanidad de un genocidio por hambre y tratar de abrir un corredor humanitario".

Subraya así una acusación repetida por los tripulantes de la flotilla y refrendada por organismos de derechos humanos internacionales e israelíes, aunque rechazada por el Gobierno de Israel y aliados como Alemania.

"No es solo un acto simbólico", insiste Ameglio, experto en resistencia civil, no violencia y cultura de paz. "Es una acción directa, no violenta, de carácter humanitario, mediático, de solidaridad internacional", agrega el también activista de la organización humanitaria Servicio, Paz y Justicia (Serpaj), en entrevista con DW.

"Pero no es una acción de resistencia civil, de desobediencia civil", añade. El catedrático de la UNAM está convencido de que solo la "desobediencia civil en Israel, Gaza y Estados Unidos" podrá detener la guerra en Gaza.

Este 7 de octubre de 2025 se cumplieron dos años de los atentados terroristas de Hamás en Israel, en los que casi 1.200 personas fueron asesinadas y más de 250 tomadas como rehenes.

Desde entonces, más de 67.000 personas han perdido la vida en Gaza, como consecuencia de la guerra entre Hamás e Israel, según el Ministerio de Sanidad gazatí, en manos de Hamás. Estudios independientes incluso calculan cifras de muertos mucho mayores.

En septiembre pasado, un informe de investigadores independientes de la ONU llegó a la conclusión de que Israel había cometido "genocidio" contra los palestinos en la Franja de Gaza. No obstante, el Gobierno israelí rechazó las acusaciones y tachó de falso el documento.

Activistas de diferentes ámbitos

En la Global Sumud Flotilla participaron, desde América Latina, diferentes activistas, entre ellos, periodistas, documentalistas, políticos, ambientalistas, así como defensores de los derechos de las mujeres y de las víctimas del conflicto armado en Colombia.

Pietro Ameglio ha trabajado, por ejemplo, con el mexicano Ernesto Ledesma, director de Rompeviento TV y uno de los tripulantes de la flotilla. Asegura que las formas de financiamiento de los miembros de la misión son personales: "No ha habido, por lo menos en forma pública y abierta, ningún otro tipo de financiamiento de organizaciones internacionales".

"Conozco a Ernesto Ledesma, sobre todo desde el Movimiento por La Paz con Justicia y Dignidad en México, desde el año 2011, que es el movimiento de los familiares de desaparecidos en todo el país", cuenta Ameglio.

"Siempre ha estado muy comprometido directamente con todo tipo de víctimas de desaparición y formas de alta violencia", agrega.

"Momento para revisar los derechos humanos"

La misión de la Global Sumud Flotilla ha "ampliado el debate sobre un tema muy sensible. El drama de Gaza no debe ser ajeno para nadie", insiste el doctor en Relaciones Internacionales Fabio Sánchez. "Pero las opiniones están divididas sobre si se debe respetar el principio de no intervención en asuntos internos de otros países", aclara.

Entretanto, este 8 de octubre, los organizadores de una nueva misión de ayuda para Gaza, la Flotilla de la Libertad-Thousand Madleens, informaron de la intercepción de al menos tres de sus navíos por parte del Ejército de Israel. Y dos jefes negociadores de Hamás hablaron de un ambiente "optimista" en las negociaciones de paz con Israel.

El profesor Titular de la Universidad Sergio Arboleda incluso cree posible que, "a partir de lo que se resuelva en las próximas semanas, se determine un nuevo orden internacional" y se revisen los "Derechos Humanos, el papel de la ONU, los efectos del terrorismo y el ejercicio de poder de las potencias".

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