Cuerpos sin nombre: 529 restos humanos esperan para ser identificados en Costa Rica
Cambios en los patrones criminales dificultan cada vez más las identificaciones, según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Solo en lo que va del 2025, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ha recibido 152 cuerpos ingresados como desconocidos, de un total de 2,125. De estos, 19 siguen sin ser identificados.
Desde 2020, la cifra de cuerpos sin identificar asciende a 98, según el doctor Jorge Aguilar, jefe de la Sección de Patología Forense.
Pero la cifra total de “cuerpos sin nombre” en Costa Rica es mayor. La Dra. Eugenia Fernández, jefa de la Sección de Genética Forense, explicó que actualmente hay 529 restos humanos no identificados almacenados en CODIS, la base de datos de perfiles genéticos del país.
“Cuando un resto óseo o humano no tiene identificación, se envía al laboratorio de genética. Si no hay familiares con quién comparar, ingresa a CODIS, que tiene dos archivos: humanitario y penal. En el humanitario se registran restos sin identificar y perfiles de familiares de personas desaparecidas. Actualmente hay 529 restos sin identificar desde 2013”, dijo Fernández.
Muchos de estos casos corresponden a fragmentos de cuerpos, como manos u otros restos, que primero pasan por patología y luego se envían a genética. Entre ellos se incluyen los 98 cuerpos sin identificar entre 2020 y 2025.
Tanto Fernández como Aguilar coinciden en que los cambios en los patrones criminales complican cada vez más la identificación de los restos.
“El comportamiento criminal ha cambiado. Los restos a veces son carbonizados o enterrados y aparecen tiempo después. Los casos de cuerpos quemados han aumentado. En estos casos, la identificación por rasgos físicos es casi imposible y se depende del perfil genético y de tener un familiar para comparar”, explicó Aguilar.
El especialista relató un caso reciente. “Aparecieron partes de cuerpos en una zona baldía, quemados y mezclados. Se logró determinar que eran dos individuos, uno masculino y uno femenino, mediante trabajo conjunto de patología y genética forense, seleccionando las muestras más idóneas para ADN”.
Fernández señaló que el aumento de casos complejos también obliga a mejorar los métodos de identificación.
“Entre 2020 y 2021 se duplicó la cantidad de cadáveres identificados mediante métodos genéticos. Cuando los restos están completos, el trabajo es más sencillo. Pero cuerpos quemados, carbonizados o descuartizados requieren colaboración entre genética y antropología para determinar a cuántos individuos pertenecen y cuáles tienen más posibilidades de obtener un perfil genético confiable”.
Cómo se identifica un cuerpo
La Sección de Patología trabaja con cuerpos completos o parcialmente completos y restos fragmentados. En todos los casos se toman muestras para análisis genético, adaptando la selección según disponibilidad: sangre, huesos o dientes.
El proceso puede incluir comparaciones con familiares, huellas dactilares, archivos criminales o estudios odontológicos. “Si no hay perfiles familiares, el resto permanece en CODIS hasta que se pueda realizar la coincidencia genética. Sin un perfil de referencia, no es posible identificar el cuerpo”, aclaró Fernández.
El tiempo promedio de respuesta de los laboratorios de genética forense en Costa Rica puede ser de hasta tres meses, similar a estándares internacionales. Pero, a medida que los patrones criminales cambian, la identificación se vuelve más compleja.
“El cambio en la criminalidad, con restos mezclados o fosas múltiples, representa un desafío creciente para nosotros”, concluyó Aguilar.
Incluso casos antiguos pueden resolverse años después gracias al banco de datos y al material genético que se conserva. Este año, familiares de un accidente aéreo de 2019 lograron identificar un cuerpo mediante comparación genética con restos almacenados en el laboratorio.