Por Gabriel Pacheco |20 de agosto de 2025, 17:45 PM

Viajar siempre implica ilusión, pero también riesgos. Enfermarse, perder equipaje o sufrir un retraso en vuelos son situaciones que pueden arruinar una experiencia y vaciar la billetera: es ahí donde el seguro de viaje se convierte en un aliado indispensable.

Para Enrique Rivas, periodista de viajes, este tipo de póliza no debe verse solo como un respaldo en caso de emergencias médicas, sino como una protección frente a cualquier eventualidad. 

Hay seguros que cubren pérdida de equipaje, atrasos o cancelaciones de vuelos. Por eso insisto en que hay que incluir su costo dentro del presupuesto del viaje. Hoy en día existen tantas opciones en el mercado que se han vuelto mucho más accesibles”, aseguró.

Sandra Calvo, de la agencia de viajes Pasaporte Universal, coincide en que, aunque a primera vista parezca un gasto innecesario, puede evitar pérdidas mucho mayores. 

“Un seguro de 40 dólares para un viaje de cuatro días puede parecer caro, pero si en el destino usted sufre una caída y necesita un yeso, en algunos países el gasto mínimo rondaría los 600 dólares. Ahí es donde uno se da cuenta de lo valioso que es tener el seguro”, explicó.

Calvo recalcó que adquirir un seguro de viaje es un proceso rápido y sencillo: basta con los datos personales, la fecha de nacimiento, un contacto de emergencia y el pago. Incluso se puede comprar horas antes del viaje, aunque lo recomendable es hacerlo con antelación. 

Rivas, por su parte, destacó que el precio suele oscilar entre 7 y 10 dólares por día de viaje, lo que representa un promedio de 50 dólares para una estancia corta. 

“Es un monto que perfectamente puede presupuestarse para viajar con tranquilidad”, señaló.

El uso de este tipo de seguros no es extraño en nuestro país. Estadísticas enviadas a Teletica.com por parte del Instituto Nacional de Seguros señalan que durante el 2023, siete personas al día requirieron alguna atención por parte del seguro durante su estancia en el extranjero. 

Para el 2024, en promedio ocho personas al día usaron los servicios del seguro de viajes por tener una emergencia fuera de Costa Rica. 

Para este año aún no están disponibles las cifras completas de activación; sin embargo, como referencia, el INS indicó que solo durante las vacaciones de medio año (del 1° al 20 de julio) 44 personas reportaron algún incidente fuera de nuestras fronteras. 

Durante el mismo periodo, 9.450 personas contrataron el seguro viajero del INS para cubrir sus vacaciones. 

Estas cifras reflejan solo una parte del mercado, dado que en Costa Rica existe una amplia gama de empresas que ofrecen coberturas de este tipo.

Aspectos clave a revisar antes de escoger un seguro de viaje


Ambos expertos coinciden en que no hay que dejarse llevar solo por el precio. Entre los aspectos más importantes que debe verificar están:

Que la aseguradora esté autorizada en Costa Rica por la Sugese. Esta entidad es la encargada de regular a las empresas que venden seguros en el país. De lo contrario, cualquier reclamo podría complicarse, porque podría implicar tener que llevarlo a tribunales fuera del país. 

Que el seguro no funcione por reembolso. Lo ideal es que la póliza cuente con una red de hospitales aliados en el mundo y que la compañía pague directamente los gastos médicos, sin que el viajero tenga que desembolsar grandes sumas.

Cobertura global. Aunque se haya declarado un destino específico, es recomendable que la póliza cubra viajes adicionales a países vecinos.

Montos de cobertura adecuados. Para América Latina, al menos $30.000; en Estados Unidos, $50.000; y en Europa, $30.000, como lo exige la Unión Europea. Lo ideal es que cada categoría (emergencias médicas, hospitalización, operaciones) tenga un monto independiente.

Respaldo de una empresa sólida y con trayectoria. Preferiblemente, buscar con testimonios de viajeros que ya hayan utilizado el servicio.

Rivas compartió una experiencia personal durante un viaje a República Checa, cuando un amigo sufrió un golpe de calor. El seguro cubrió la consulta médica, la medicación y el tratamiento de hidratación, que en promedio rondó los $1.500.

“No tuvimos que pagar nada, la aseguradora asumió el costo directamente. Eso demuestra el verdadero valor de contar con un seguro de viaje”, relató.

Al final, tanto Rivas como Calvo coinciden en un mensaje claro: el seguro de viaje no es un lujo, es una inversión que resguarda la salud y la tranquilidad financiera del viajero.

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