Fuerza y ternura incluso en la adversidad: así son las madres costarricenses
Las mamás ticas combinan fortaleza y empatía, acompañando a otras mujeres en el dolor. El programa "Angelitos" es prueba de ello, ya que apoya a mamás que perdieron sus bebés en el parto.
La imagen de la madre costarricense va mucho más allá de la figura tradicional que cuida y protege a sus hijos. Es también la mujer que enfrenta realidades dolorosas, como las pérdidas gestacionales, y que aun en medio del duelo mantiene su capacidad de acompañar, sostener y brindar amor (ver video adjunto en la portada).
En el Hospital Calderón Guardia, el programa “Angelitos” refleja esta esencia. Creado en 2021, ha atendido a más de 400 madres que han visto truncada su ilusión de maternidad.
En lugar de un bebé en brazos, enfrentan el vacío que deja una pérdida, pero no están solas: reciben acompañamiento, un trato digno y espacios diseñados para proteger su intimidad y sus emociones.
Este apoyo es liderado por Alejandra y Grettel, dos profesionales y madres que representan la empatía y la fortaleza características de la mujer costarricense. Ellas abordan cada caso con sensibilidad, conscientes de que, aun sin un nacimiento, la maternidad persiste y merece respeto.
La madre costarricense se caracteriza por su resiliencia: es capaz de seguir adelante pese al dolor, de transformar la pérdida en fuerza y de ofrecer su mano a otras mujeres que atraviesan circunstancias similares. En esta capacidad de sostenerse y sostener a otras, se revela una identidad marcada por la solidaridad, la ternura y la firmeza.
Más que un rol familiar, la maternidad en Costa Rica es un lazo emocional profundo que no se rompe con la ausencia física de un hijo. En cada historia, como la de las madres que participan en “Angelitos”, se evidencia que en el corazón costarricense la maternidad es un compromiso de amor que trasciende la vida misma.