Por Gabriel Pacheco |15 de mayo de 2025, 17:23 PM

El 15 de mayo de 2023, unas ocho mil personas —según cálculos de los dirigentes del movimiento— llenaron la Avenida Segunda con tractores, chapulines, palas y azadas para protestar por el impacto del tipo de cambio y la política monetaria en los beneficios económicos del sector. 

Según los grupos que lideraron la manifestación, no solo llevaban quejas, tenían varias propuestas para presentar ante el Gobierno con las que buscaban encontrar soluciones al descenso en la productividad que aquejaba a los agricultores. 

Sin embargo, un año después de aquella movilización, la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA), asegura que en la administración nadie respondió a su llamado y las sugerencias no fueron atendidas ni siquiera por el Ministerio de Agricultura. 

"Desgraciadamente, tuvimos oídos sordos. Nosotros marchamos, presentamos documentos, hemos enviado también mensajes al señor Presidente de la República con copia al señor ministro de Agricultura y otros ministros, pero desgraciadamente nunca hemos sido convocados para discutir esta problemática que anunciamos muy claramente hace un año y que hoy día estamos viendo las consecuencias con los números negativos que presenta el sector", explicó Óscar Arias Moreira, presidente de (CNAA). 

Los principales reclamos de las organizaciones recaen en Víctor Carvajal Porras, jerarca de Agricultura y Ganadería, porque plantean un nulo acercamiento con los productores. 

"No hemos tenido ningún acercamiento con el ministro, esa es la realidad, que no hemos tenido ministro en el sector Agro. Ellos tienen su visión, pero no es fortalecer el sector [...] Yo creo que al ministro y al señor Presidente hay que darles un baño de lo que es realmente nuestra zona rural", dijo Guido Vargas, secretario general de la Unión Nacional de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (UPA Nacional).

Según Vargas, el Gobierno no tiene una política pública que le permita crecer al agro, más bien, “busca cómo enredarnos para que no nos salvemos y vayamos cayendo al precipicio”. 

El reclamo del sector agrícola responde a la caída en indicadores como el Índice Mensual de Actividad Económica del Banco Central de Costa Rica (IMAE-BCCR), en el que el sector acumula cinco meses con rendimientos interanuales negativos.

De alcanzar seis meses seguidos en esta condición, se podrá considerar formalmente que el sector agropecuario entró en recesión, lo que implica graves consecuencias para quienes trabajan en él, como un mayor desempleo y la disminución en la producción. 

Además, señalan que el último trimestre del año pasado el sector perdió unos 23 mil puestos de trabajo.

"Instamos a todas las autoridades del Gobierno a parar esta ruta por la que vamos, estamos dispuestos a entrar al diálogo para que juntos analicemos la situación en la que está el sector. Detrás de esta situación está la seguridad alimentaria de Costa Rica", dijo Moreira. 

El Gobierno contradice las acusaciones

El ministro de Agricultura rechazó los señalamientos y aseguró a Teletica.com que han trabajado en facilitar el acceso a agroquímicos, ampliar las líneas de financiamiento y reforzar el acompañamiento técnico.


"Desde la huelga del año pasado, el Ministerio de Agricultura y Ganadería ha sostenido múltiples encuentros con sectores productivos, incluyendo la Cámara de Agricultura. Las demandas planteadas no han quedado en el olvido; por el contrario, se están atendiendo a través de acciones concretas incluidas en el Plan Sectorial Agropecuario, con base en la equidad, la sostenibilidad y los resultados tangibles", dijo el jerarca a través de un correo electrónico.

Carvajal explicó que medidas como la Semana del Agricultor es una muestra del compromiso de la administración con el fortalecimiento del sector y “no con mantener estructuras que históricamente han beneficiado a unos pocos”. 

El jerarca calificó de “subjetivo” el sentimiento de abandono manifestado por los representantes y dijo que hoy están invirtiendo más en los pequeños y medianos productores. 

"Sabemos que algunos liderazgos tradicionales —que por años concentraron los recursos y la representación— no están cómodos con esta transformación. No es casualidad que las voces más críticas provengan de quienes tenían mayor influencia en un modelo que perpetuaba desigualdades y favorecía a los más fuertes", puntualizó el ministro. 

El funcionario asegura que ya están priorizando el acceso a crédito a los menos favorecidos, uno de los principales reclamos de los representantes del sector. 

"No todos pueden costear por sí solos la transformación que hoy exige el agro, y tal vez eso es lo que incomoda a algunos: tener que esforzarse para competir en igualdad de condiciones con quienes por años fueron vistos como los más pequeños del sector", concluyó Carvajal. 

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