Por Stefanía Colombari |27 de abril de 2025, 8:00 AM

Un trasplante de riñón usualmente ocurre cuando este órgano presenta un daño importante, como lo es la enfermedad renal crónica. Pero desde la Clínica Mayo, en Minnesota, Estados Unidos, afirman que no se debería llegar a ese punto para considerar un trasplante.

De hecho, el método acostumbrado para los pacientes que esperan este procedimiento ha sido esperar hasta requerir diálisis, entendiendo que recibir un riñón de un donante cadavérico podría tomar años.

El cirujano especializado en trasplante en Mayo Clinic, Dr. Mikel Prieto, considera que antes de que los riñones se deterioren tanto como para necesitar una diálisis, se debería realizar un trasplante, y para ello los donantes vivos son muy importantes.

La enfermedad renal crónica afecta a aproximadamente una de cada 10 personas en el mundo y es responsable de millones de muertes anuales, según la Sociedad Internacional de Nefrología.

La función de los riñones es filtrar el exceso de desechos y líquidos de la sangre, que son expulsados por el cuerpo a través de la orina, además de ayudar en el control de la presión arterial. Pero con la enfermedad renal crónica, los riñones pierden gradualmente su eficacia.

Por esa razón es que la diálisis ha sido siempre la respuesta ante esta degeneración del órgano, ya que elimina los desechos y líquidos adicionales de la sangre, restaura los niveles de electrolitos (ayuda a que los músculos, el corazón y el cerebro funcionen bien) y ayuda a controlar la presión arterial. Se trata de un proceso que puede durar horas durante varios días a la semana.

Aunque la diálisis prolonga la vida, los médicos aseguran que no ofrece una buena calidad de vida, afirmó el Dr. Prieto.

"Además, el cuerpo se deteriora porque, aunque la diálisis lo mantiene vivo, no hace un trabajo excelente para eliminar todos los desechos. Entonces, si alguien ha estado en diálisis durante siete años y observa sus arterias, la persona puede tener 40 años, pero sus arterias y vasos sanguíneos se verán como los de una persona de 70 u 80 años. Querrá minimizar la cantidad de diálisis, si es posible", afirmó el médico.

Los pacientes a menudo se convierten en candidatos para un trasplante de riñón cuando su función renal cae por debajo del 20%. La diálisis, generalmente, comienza cuando la función alcanza aproximadamente el 10%.

El experto explicó que si se considera el trasplante en esta etapa, a menudo será demasiado tarde y terminará necesitando diálisis durante algún tiempo.

"Por lo tanto, este es el momento ideal: realizar el trasplante cuando la función renal está entre el 20% y el 10%. Esto es lo que llamamos un trasplante preventivo. Eso es lo que intentamos hacer aquí en Mayo. Si logramos sincronizar el tiempo correctamente, podemos realizar el trasplante y evitar la diálisis de manera completa", afirmó el Dr. Prieto.

Es en ese momento donde entran los donantes de riñón en vida.

Según explicó el especialista, en la Clínica Mayo, aproximadamente la mitad de los pacientes que reciben trasplantes renales obtienen riñones de donantes en vida antes de que sus riñones se deterioren hasta el punto de necesitar diálisis.

"Es mucho mejor planificar un trasplante ahora, ya que el tiempo de espera para un donante fallecido puede llevar años. Y durante este tiempo de espera, la función renal continuará deteriorándose", recalcó el especialista.

Desde esta institución de la salud, continúan perfeccionando técnicas adecuadas para lograr la compatibilidad perfecta entre donantes y receptores.

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