'El último rodeo’: una travesía de fe, valor y amor familiar
Esta película recuerda por qué el cine puede ser un espejo de nuestras propias luchas y victorias.
Por Joaquín Alvarado Gutiérrez / @vamosalcine2025.
La historia de El último rodeo nos presenta a Jack Dawson, interpretado magistralmente por Neal McDonough, leyenda retirada del rodeo, un hombre que conoció la gloria montando toros salvajes y que también sintió el peso de las caídas, tanto físicas como emocionales. Ahora vive alejado de las arenas, marcado por un pasado que lo persigue y con la certeza de que sus mejores días han quedado atrás.
Pero la vida, con esa forma particular de poner a prueba lo que somos, le presenta un desafío inesperado, su nieto está en peligro, y la única forma de ayudarlo es volver al ruedo… literalmente. Así, Dawson decide inscribirse en una competencia de monta de toros de alto riesgo, enfrentándose no solo al peligro físico, sino también a sus propios fantasmas.
Lo que podría haber sido una simple historia de acción se convierte en un viaje profundamente humano. En el camino, el personaje principal confronta errores pasados, recupera su fe y descubre que la verdadera valentía no está en resistir ocho segundos sobre un toro enfurecido, sino en sostener y cuidar a quienes amamos, incluso cuando parece imposible.
El talento del elenco es una de las grandes razones por las que esta película brilla. Neal McDonough, con una filmografía que va desde Band of Brothers y Minority Report hasta Yellowstone, aporta intensidad, carisma y una vulnerabilidad sincera que conecta con el espectador desde la primera escena. Su interpretación nos permite ver no solo al hombre fuerte y decidido, sino también al abuelo que se quiebra en silencio por su familia.
A su lado, Mykelti Williamson, recordado por su icónico papel como Bubba en Forrest Gump, interpreta a un amigo leal y sabio, una presencia que aporta calidez y humanidad a la trama. Williamson, con su larga trayectoria en cine y televisión, sabe equilibrar perfectamente la emoción con el humor y la esperanza.
Sarah Jones, reconocida por su versatilidad en producciones como For All Mankind, Alcatraz y Vegas, entrega un papel lleno de fuerza y sensibilidad, recordándonos que las historias familiares se construyen también desde la mirada y la lucha de las mujeres que las sostienen.
Más allá de la tensión de cada escena de rodeo filmada con un realismo impresionante, El último rodeo se levanta como un relato sobre la fe, el perdón y las segundas oportunidades. Nos habla de la importancia de mirar hacia atrás para sanar, pero también de la necesidad de seguir cabalgando hacia adelante, aun cuando las heridas nos recuerden que la caída duele.
En tiempos donde muchas producciones apuestan solo por efectos y espectáculo, esta cinta se atreve a apostar por un mensaje, que el verdadero coraje se mide en el amor que damos y en la fe que sostenemos, incluso cuando el mundo parece estar en contra.
Este fin de semana, más que una salida al cine, es una oportunidad para reflexionar, emocionarse, y quizás, encontrar una chispa de esperanza que nos inspire a seguir montando en el rodeo de la vida.
Vamos al cine… pero vamos con el corazón abierto.