24 de junio de 2025, 14:43 PM

Dr. Alexander López / Académico de la Universidad Nacional de Costa Rica.​​​

Los orígenes de la rivalidad entre la República Islámica y el Estado de Israel se remontan al derrocamiento del cercano aliado de Israel, el autoritario Sha de Irán, por las fuerzas del ayatolá Rohullah Jomeini en Irán en 1979.

Así, a partir de ese año inicia una teocracia chií y con ello un nuevo capítulo de conflictividad en el Medio Oriente. Este capítulo encuentra en 1987 un punto central con el inicio de un proyecto para producir armas nucleares (más tarde denominado programa AMAD) como un elemento de seguro contra los intentos de derrocar el régimen tanto desde dentro como desde fuera.

Por lo tanto, el conflicto entre Israel e Irán no es nuevo. Los dirigentes iraníes llevan décadas pidiendo la destrucción de Israel. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, lleva décadas calificando a Irán de amenaza existencial. Los funcionarios occidentales llevan décadas debatiendo la conveniencia de un ataque preventivo contra el programa nuclear iraní. La novedad es que ahora Israel cree que puede ganar.

Irán comenzó a ganar poder e influencia junto a otros países y grupos islamistas de Oriente Medio, denominados colectivamente el “Eje de la Resistencia”. El conflicto evolucionó con los intentos israelíes de detener el programa nuclear iraní y los enfrentamientos durante la guerra civil siria.

Como es bien sabido en el conflicto palestino-israelí, Irán ha respaldado a grupos palestinos como Hamás. Israel ha apoyado a rebeldes iraníes, como los Muyahidines del Pueblo de Irán, ha llevado a cabo ataques aéreos contra aliados iraníes en Siria, ha asesinado a científicos nucleares iraníes y ha atacado directamente a las fuerzas iraníes en Siria.

¿Por qué Israel ataca ahora?

Fundamentalmente, dos cuestiones llevaron a Israel a atacar:

Primero, los funcionarios israelíes afirman que los científicos iraníes están cerca de fabricar un arma nuclear - potencialmente - a meses de distancia.

Segundo, la debilidad de Irán, ya que años de sanciones han erosionado su economía. Israel y Estados Unidos han matado a muchos de sus líderes militares. También han bombardeado a sus representantes en Oriente Próximo. Todo ello limita la capacidad de Irán para tomar represalias.

¿Qué tan cerca está Irán de conseguir una bomba nuclear?

Las únicas personas que saben con certeza si Irán estaba trabajando o no para construir una bomba nuclear son los científicos nucleares iraníes de mayor confianza, el núcleo interno de funcionarios de seguridad y el propio líder supremo. El resto son conjeturas.

Pero la alarma existe, ya que, a principios de este mes, la OIEA, Organismo Internacional de Energía Atómica de la ONU, declaró que Irán había incumplido sus obligaciones de no proliferación, por primera vez en casi 20 años.

Se asume por fuentes occidentales que, de febrero de 2025 a junio de 2025, Irán aumentó su cantidad de uranio enriquecido en un 50%. Ahora tenía 400 kg de uranio altamente enriquecido, suficiente para 9 o 10 bombas. Se trata de uranio enriquecido al 60%. El combustible solo requiere un 5% de enriquecimiento. Se afirma que es fácil pasar del 60% al 90% (grado de armamento), solo lleva semanas. Un aspecto central por considerar es que el único país de la Tierra con uranio tan enriquecido y sin bomba es Irán.

¿Qué podemos esperar de Israel?

Al menos tres opciones se ven en el horizonte:

Primero, podemos esperar muchos más días de bombardeos, donde Israel tratará de destruir los programas balísticos y nucleares, la segunda es que intentará matar a Jamenei y; finalmente, intentará derrocar al gobierno de Irán. Sin embargo, la pregunta es: ¿caerá el régimen iraní? A diferencia de Siria o Afganistán, no parece haber una fuerza de oposición en Irán para un cambio de régimen aquí. Ante ello, la siguiente pregunta es: ¿puede haber una invasión de Irán?

Lo anterior, si bien es una opción, parece difícil porque Irán es una fortaleza montañosa y desértica. Ello hace que se sienta a salvo de las invasiones en sus montañas, aunque estas montañas también lo hacen pobre y étnicamente diverso.

Todo esto plantea las principales prioridades de Irán:

  1. ​Asegurar las fronteras contra potencias extranjeras.
  2. Mantener la unidad interna.
  3. Comercio de petróleo.
  4. Proyectar poder hacia el Mediterráneo.
  5. Consolidar el eje de la resistencia frente a Israel, Estados Unidos y Arabia Saudita.​


¿Por qué la intervención de los Estados Unidos?

El principal tema es que Israel puede destruir el programa de misiles balísticos, pero no pudo destruir el programa nuclear, por eso los Estados Unidos intervino, y lanzó las bombas superpesadas “rompebúnkeres” sobre tres emplazamientos nucleares. Ahora, bombardear las instalaciones no es suficiente si Irán puede reconstruirlas. Por eso Israel ha matado al menos a 14 científicos nucleares.

Para Estados Unidos desde luego existe un riesgo. Hay entre 40.000 y 50.000 soldados estadounidenses en unos 19 puntos de Oriente Próximo. Hay personal estadounidense en Chipre y una instalación naval en Bahréin. Estas bases cuentan con el mismo tipo de sofisticadas defensas aéreas que Israel, pero tendrían mucho menos tiempo de aviso ante oleadas de misiles o enjambres de drones armados.

Irán también podría elegir como objetivo, instalaciones clave de petróleo y gas en esos países con el objetivo de exigir un precio más alto por la participación de Estados Unidos en la guerra.

¿Podrían intervenir los aliados mundiales de Irán?

Irán forma parte de una red informal de países: CRINK, acrónimo de China, Rusia, Irán y Corea del Norte. Hasta ahora, China ha condenado los ataques de Israel contra Irán, pero ha limitado su respuesta a apoyar una solución diplomática.

Corea del Norte también ha condenado los ataques como un “crimen contra la humanidad” sin ofrecer más apoyo a Irán. Es Rusia, sin embargo, quien ha intervenido ofreciéndose a mediar en el conflicto.

A diferencia de la alianza occidental de la OTAN, no existe un acuerdo formal entre los países de la CRINK para acudir en ayuda mutua en caso de crisis, y sus respuestas hasta ahora sugieren que no intervendrán militarmente en la guerra entre Israel e Irán. Es así como China y Rusia han renovado sus llamamientos en favor de una solución diplomática tras condenar enérgicamente la implicación de Estados Unidos.

Las opiniones expresadas por nuestros colaboradores corresponden únicamente a sus opiniones y no reflejan las de Teletica.com, su empresa matriz o afiliadas.

WhatsAppTeleticacom