Armaraxi: cuando el amor familiar se convierte en emprendimiento creativo
Desde su hogar, esta dupla demuestra que con dedicación y arte se puede construir mucho más que un negocio: una forma de vida.
En una pequeña esquina de su hogar, entre cintas, colores y creatividad, Xinia Moya y su hija han construido mucho más que un emprendimiento. Juntas, dieron vida a un sueño compartido que lleva por nombre Armaraxi. Lo que comenzó como una actividad casera, impulsada por el amor por las manualidades y el deseo de salir adelante, hoy es un símbolo de esfuerzo, unión familiar y talento artesanal.
Con el tiempo, ese espacio de creación se transformó en un pequeño local dentro de su vivienda, donde madre e hija dedican horas a diseñar detalles únicos: decoraciones personalizadas, obsequios para toda ocasión y piezas hechas a mano con esmero y dedicación.
Cada creación que sale de Armaraxi refleja la esencia de esta familia emprendedora. Su objetivo no es solo vender, sino entregar algo especial, con significado, que conecte con quien lo recibe. Esa ha sido la clave de su crecimiento y la razón por la cual han ganado la confianza y fidelidad de sus clientes.
Las redes sociales también han sido una herramienta clave. A través de su página Creaciones Armaraxi, comparten su trabajo, reciben pedidos y se conectan con personas de distintos rincones que valoran lo artesanal y hecho con amor.
Xinia y su hija demuestran que cuando la pasión se une con la perseverancia, los sueños sí se hacen realidad. Desde su hogar, han abierto una ventana al mundo creativo y, con cada nueva pieza, celebran la vida y la fuerza de emprender en familia.
Repase esta historia de inspiración y trabajo en equipo en el video que acompaña esta nota.