MasQN
Muñequitos con historia: el arte navideño de Doña Ligia
Fue hace apenas dos años cuando decidió convertir su pasión en un emprendimiento formal.

Fue hace apenas dos años cuando decidió convertir su pasión en un emprendimiento formal.

Así llaman los vecinos a doña Flory, la mujer que aparece justo donde hace falta. Su fe, su entrega y su incansable movimiento la han vuelto parte del corazón del templo.

Un pastor ovejero, un San Bernardo y una pequeña shitzu recorren la ciudad vestidos de Navidad, demostrando que la elegancia, la calma y la amistad también pueden ir con correa.

La decoración navideña de Rebeca Alfaro fue este año un homenaje íntimo a su hermana Astrid, quien volvió al país tras décadas de ausencia para reencontrarse con su familia.

Magaly y Gaudy Garro construyeron Actual y Moderna Boutique a partir del esfuerzo compartido, integrando a toda la familia en un proyecto que hoy conecta con una amplia comunidad de clientas.

Don José Herrera lleva 20 años fabricando cabañas para portales. Cada una nace de la madera, la paciencia y el recuerdo de su esposa, en un amor que se resiste a desaparecer.

A los 25 años, Jean Carlos Ruíz lidera La Adictiva Pastelería, un negocio nacido del aprendizaje informal y la perseverancia, que hoy endulza las mañanas y celebraciones de La Trinidad de Moravia.

El portal de los Heraldos del Evangelio combina narración, efectos y movimiento para revivir el nacimiento de Jesús en Heredia.

Este vecino puntarenense llevó el espíritu navideño al mar y creó una embarcación iluminada que ya es tradición para quienes esperan una Navidad distinta en Caldera.

Ecogardens es una iniciativa que utiliza plantas acuáticas para filtrar, purificar y reutilizar las aguas residuales de los hogares.

La comunidad de San Rafael Arriba se prepara para una fiesta donde los chicharrones del padre Oldemar son el puente entre fe, unión y recaudación.

En Cartago, Gerardo Cordero conquistó a su comunidad con humildad, voluntad y un talento para bailar que desarma cualquier tristeza.

Desde hace tres décadas, un árbol en San Joaquín de Flores se llena de platos reciclados con buenos deseos. La comunidad se reúne, escribe y celebra un ritual heredado que sigue creciendo.