Por José Miguel Cruz |1 de mayo de 2025, 18:35 PM

Mientras la ciudad duerme, don Eduardo Chinchilla, vecino de Hatillo, ya recorre las calles con su bicicleta cargada de periódicos y sueños.

Con 61 años de edad y más de 40 años de experiencia repartiendo La Nación, La Teja y La Extra, es uno de los últimos mensajeros de la madrugada que aún mantienen vivo este oficio tradicional (ver nota completa en el video adjunto).

Su jornada inicia cada día a las 5 a. m., cuando el aire frío acompaña sus primeras pedaladas. En otros tiempos, don Eduardo repartía más de 500 periódicos diarios; hoy, debido a los cambios tecnológicos y a la disminución de la lectura impresa, su carga se ha reducido a unos 100 ejemplares. A pesar de las dificultades, su pasión y compromiso no han disminuido.

Durante su carrera, ha enfrentado momentos duros: ha sufrido el robo de cuatro bicicletas, pero jamás se rindió. Cada pérdida fue una pausa breve antes de volver a levantarse, recuperar una nueva bici y seguir adelante.

Su presencia es parte del paisaje urbano

Don Eduardo no solo reparte periódicos: reparte también valores que hoy parecen escasear, como la perseverancia, la honestidad y la humildad.

En un mundo donde todo parece moverse cada vez más rápido, la historia de don Eduardo Chinchilla es un recordatorio de que los verdaderos héroes no siempre llevan capa; a veces, solo llevan una bicicleta, un fajo de periódicos y un corazón invencible.

Fuerte y valiente, don Eduardo sigue pedaleando contra el tiempo, con la misma dignidad que lo ha acompañado toda su vida.

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