Don Miguel guarda en sus pastelillos la receta de la felicidad
Con 75 años y una sonrisa constante, este abuelo de Alajuela convierte cada receta en un recordatorio de amor, esfuerzo y tradición familiar.
A sus 75 años, Don Miguel ha aprendido que la vida se disfruta en los pequeños detalles. Pensionado, esposo de Tere desde hace seis años, padre de una hija y orgulloso abuelo de dos nietos, encontró en la cocina un espacio donde cada día cobra sentido. Con manos firmes y corazón alegre, prepara pastelillos, un bocado típico alajuelense que no solo alimenta, sino que también transmite tradición y cariño.
Además de sus recetas, comparte su hogar con una pequeña granja familiar. Las gallinas ponedoras alegran las mañanas con huevos frescos, lo que le permite mantener un vínculo con lo natural y lo casero, ingredientes que también nutren su espíritu. Entre la cocina y el patio se teje una rutina sencilla que refleja gratitud, esfuerzo y amor.
Su casa, en Alajuela, es un reflejo de su historia. Fotografías familiares llenan de color las paredes, objetos de su vida laboral guardan memoria y artículos de su equipo de fútbol favorito muestran sus pasiones. Todo habla de unión y de un amor sereno que lo acompaña en esta etapa.
En cada pastelillo que vende, Don Miguel entrega más que un sabor tradicional; comparte la alegría de un hombre que, a pesar del paso del tiempo, sigue encontrando motivos para celebrar la vida.
Repase el reportaje completo en el video que está en la portada.