La estudiante que hornea postres para sostener su futuro académico
Con el apoyo de su mamá, Yuliana Mesén combina largas jornadas de estudio con un emprendimiento que se ha convertido en la base para cumplir su sueño de graduarse en enfermería.
A media tarde, la casa de Yuliana Mesén se transforma en un taller lleno de aromas y sueños. El olor de los postres recién horneados se mezcla con el sonido de las páginas de apuntes y las risas compartidas con su madre. Allí, entre batidoras y cuadernos, madre e hija levantan con disciplina y cariño el negocio que sostiene su presente y su futuro.
Lo que inició como una idea sencilla, fruto del espíritu generoso de Mesén, se convirtió en un emprendimiento que crece paso a paso. Aunque las jornadas son largas y extenuantes, rendirse nunca ha sido parte de su vocabulario.
Su madre es el pilar de la historia. No solo asume el reto de apoyar con los gastos universitarios, también trabaja codo a codo con ella, literalmente metiendo las manos en la masa para que el negocio prospere y gane clientes fieles.
Estudiante de enfermería, Yuliana reparte su tiempo entre la universidad, los pedidos de repostería y largas horas de estudio. Sus calificaciones son prueba de su constancia: rara vez bajan de 98. Tras entregar postres, se coloca la bata blanca y corre a clases, demostrando que la perseverancia también se puede vestir de dulzura.
Las vidas de Yuliana Mesén y su mamá confirman que los sueños no se esperan: se trabajan, se hornean y se construyen cada día con esfuerzo, dedicación y amor.
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