Cómo un simple chancho de barro se convirtió en símbolo de ahorro y prosperidad
El diseño tiene raíces en Europa y Asia, pero en Costa Rica se volvió parte esencial de la infancia y la cultura popular.
Desde hace décadas, las alcancías con forma de chancho son parte de la vida cotidiana en los hogares costarricenses. Para muchos representan ahorro, recuerdos de la infancia y un símbolo de prosperidad, aunque pocos conocen el origen de este peculiar diseño.
En Alajuelita, Jorge Ortega y Ana Chavarría se han dedicado durante más de medio siglo a elaborar estas piezas en barro, moldeando a mano cada detalle con la experiencia que heredaron de generaciones anteriores. Con sus manos cubiertas de arcilla, mantienen vivo un oficio artesanal que resiste al paso del tiempo.
El chancho, como figura, tiene un trasfondo simbólico. En China, se le relaciona con la abundancia y la buena fortuna. En Europa, específicamente en la Edad Media en Gran Bretaña, las monedas se guardaban en recipientes fabricados con una arcilla llamada pygg. Con los años, esa palabra derivó en “piggy bank”, dando origen a la tradicional alcancía con forma de cerdito.
Aunque hoy la mayoría de estas piezas se reconocen por su color amarillo, en el pasado predominaba el tono natural del barro. El cambio respondió a la necesidad de llamar más la atención de los compradores y hacerlas más atractivas.
Para Ortega y Chavarría, cada alcancía es más que un objeto. “Aquí se guardan sueños, ilusiones y metas. Por eso nunca hemos dejado de hacerlas”, aseguran.
Quienes deseen adquirir una alcancía elaborada artesanalmente pueden contactar a Artesanía Dayani al número 8608-4492 o en sus redes sociales.
Descubra todos los detalles detrás de esta tradición y conozca el trabajo de los artesanos en el reportaje que está en la portada de este artículo.