Por Johnny López |21 de agosto de 2025, 18:55 PM

Con apenas 17 años, Noemí Alvarado, vecina de San Francisco de Heredia, está a punto de vivir una experiencia que marcará su vida. Dentro de pocos días tomará un vuelo hacia Mostar, Bosnia y Herzegovina, donde continuará sus estudios en un prestigioso colegio internacional.

Su historia no comenzó con una beca, sino con el ballet. Desde los cuatro años se formó como bailarina, disciplina que moldeó su constancia y sensibilidad. Sin embargo, una lesión y la pandemia la obligaron a detenerse. Ese paréntesis le permitió redescubrirse a través de la pintura, la música, la lectura y la reflexión.

“Fue un tiempo de reencontrarme. El arte me salvó de muchas formas”, recuerda Noemí.

Durante ese proceso también creció en ella una meta: estudiar en un colegio internacional. Desde sexto grado investigó distintas opciones y, aunque en su primer intento no fue seleccionada, no se rindió. 

“La primera vez que apliqué no quedé, pero aprendí muchísimo de esa experiencia. Me ayudó a conocerme y a mejorar lo que necesitaba trabajar”, cuenta.

Su perseverancia dio frutos. Muy pronto será parte de una comunidad estudiantil diversa en Mostar, donde compartirá con jóvenes de distintas partes del mundo. “Quiero aprender de otras culturas, ver el mundo con otros ojos, pero también representar a mi país con orgullo”, asegura.

La historia de Noemí es reflejo de resiliencia y sensibilidad, de cómo los sueños pueden transformarse, pero nunca perder su rumbo: un ejemplo de que las pausas más duras pueden abrir caminos inesperados.

Repase el reportaje completo en el video que está en la portada.

YouTubeTeleticacom