Por Sebastián Durango |1 de julio de 2025, 18:55 PM

En las calles de Oreamuno de Cartago, hay un nombre que muchos mencionan con respeto y afecto: Carlos Rivera, aunque todos lo conocen como “Piñas”. El apodo nació años atrás, cuando trabajaba en una panadería, pero hoy representa algo mucho más profundo para su comunidad: compromiso, esfuerzo y amor por el lugar donde vive.

Sin que nadie se lo pida y sin recibir ningún tipo de pago, este adulto mayor sale cada día con su pala y su escoba para limpiar los caños y las aceras del barrio. Lo hace por gusto, por sentido de pertenencia y porque, como él mismo afirma, “si todos hiciéramos un poquito, viviríamos en un lugar más bonito”.

Para sus vecinos, “Piñas” es un verdadero héroe anónimo. Su labor ha transformado el entorno: las calles lucen más limpias, más ordenadas y más agradables gracias a su trabajo silencioso. Y aunque no busca protagonismo, recibe gestos de agradecimiento a diario. Algunos se acercan para felicitarlo; otros, incluso, lo ayudan con las tareas.

Carlos dice que esas muestras de apoyo le dan fuerza para seguir adelante. Porque su escoba y su pala no son solo herramientas: son símbolos de una lucha humilde, pero poderosa, por mantener viva la solidaridad y el compromiso vecinal.

Repase la historia completa de “Piñas” en el video que aparece en la portada de este artículo.

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